GALERÍA DE IMÁGENES DE LINARES |
"La valoración de este primer día fuerte es positivísima. Yo creo que no se podría empezar mejor. La respuesta de acogida de la gente ha sido impresionante y los grupos acogidos están encantados. Además se respira la sensación de que somos familia. Los que vienen se sienten familia de los que acogen. Yo creo que eso es lo importante y lo grande de nuestra fe, que nos hace sentirnos hermanos y miembros de una misma familia: la Familia de Dios, los hijos de Dios. Ese sentimiento que forma parte de una Iglesia Universal Católica. Eso es lo que se ha podido vivir desde el primer día", asegura D. José Antonio Sánchez Ortiz, Delegado Episcopal de Juventud.
El momento central del día fue la Eucaristía, presidida por D. Manuel Valenzuela, Delegado de Juventud del Arciprestazgo de Linares; y concelebrada por el Delegado Espiscopal de Juventud y una docena de sacerdotes, tanto de la Diócesis de Jaén, como de los países acogidos. Dicha celebración comenzaba a las ocho de la tarde en Santa María. Durante la homilía D. Manuel Valenzuela hizo hincapié en el gran esfuerzo y el duro trabajo realizado durante todo el año para la organización del encuentro en Jaén. Asimismo, mediante un panel, con las banderas de todos los países allí presentes, se invitó a los jóvenes a presentar a sus Santos y algunos de sus mensajes más célebres. "Hemos preparado este encuentro con mucha ilusión, con mucho trabajo y poniéndonos delante del Señor. A esta tarde se le ha llamado Tarde de fe y santidad. Hemos querido que los jóvenes de muchas comunidades nos hablen de esos testigos que han ido delante y han ido sembrando también el Evangelio en la tierra de cada uno de nosotros".
"Esos mensajes fueron grabados en el corazón de los santos por el señor en un momento de lucha, de seguimiento, de fe, de sacrificio, de compromiso... hasta dar la vida, como el Señor la dió por nosotros. Es bueno que estemos atentos, porque posiblemente el Señor también está hablándonos al corazón en esta Jornada Mundial de la Juventud y tiene algo para cada uno de nosotros. Que nuestra capacidad de acoger la voluntad de Dios en la vida nos transforme y nos haga hombres y mujeres nuevos que en el mundo siembren la semilla del Evangelio y que contribuyamos a construir el Reino de Dios entre todos",continuaba Valenzuela.
La exultante alegría fue el punto distintivo de una tarde tan especial. "Yo destacaría la alegría, el convivir, esa fraternidad que se respira en el ambiente y ese deseo de pasarlo bien con una sana alegría. Y eso además es contagioso. Yo me quedaría con eso y con el ejemplo de la santidad que hoy ha estado presente con nuestros Santos, Pedro Poveda y de Lolo, y los Santos de todo el mundo, los santos de los peregrinos que están en los Días en la Diócesis", explica Sánchez Ortiz.
Tras la Misa los responsables de los grupos de peregrinos se reunían con los miembros de la Organización de la JMJ en Jaén, para conocer más a fondo algunos de los actos programados a lo largo de los próximos días. Asimismo, el Delegado Espiscopal de Juventud pedía a los jóvenes la colaboración directa en las actividades, especialmente en las litúrgicas. Durante la reunión, además, los peregrinos destacaron la optima organización de los DED en Jaén. "Nosotros hemos hecho una apuesta por la calidad. No podemos decir que hayamos sido una diócesis de acogida que se caracterice por la cantidad de peregrinos, pero lo que no tenemos en cantidad lo tenemos en calidad. Estamos intentando que los peregrinos se encuentren todas la facilidades para todo lo que necesiten y que se vayan con ese buen recuerdo de la Iglesia de Jaén y de los jiennenses", afirma el Delegado Episcopal.
La Jornada finalizaba con una cena compartida y una velada festivo musical en la Plaza del Ayuntamiento. Así, tras la oración de despedida cada grupo se trasladó a sus hogares de acogida.